Mucho se habla últimamente de las consecuencias que un brexit duro tendrá para las futuras relaciones entre Europa y el Reino Unido. Una de ellas es la validez, o no, de las cláusulas de jurisdicción a favor de los tribunales ingleses que imperan en los contratos de transporte marítimo.
La opinión, casi unánime, de los expertos españoles, incluso ya recogida en alguna resolución judicial (por ejemplo, de la Sección 9ª de la Audiencia Provincial de Valencia), es que, tras un brexit sin acuerdo, las cláusulas de jurisdicción a Londres solo serán válidas en la medida en que hayan sido negociadas individual y separadamente. Lo que casi nunca ocurre en la práctica. Ello en aplicación del art. 468 de la Ley de Navegación Marítima.
Sin embargo, no se piensen que nuestros amigos ingleses van a permitir fácilmente que Londres deje de ser el foro por excelencia para conocer, en sede judicial, de las disputas sobre Derecho Marítimo.
En un reciente artículo publicado en Lexology por Angus Reston (Freshfields Bruckhaus Deringer LLP) se informa de las medidas que el Gobierno Británico está adoptando para mantener el statu quo sobre las cláusulas de jurisdicción a Londres.
Dos son las vías:
- Ratificación del Convenio de la Haya de 2005 sobre elección de foro, del cual forman parte numerosos países a nivel internacional, incluida la UE y, por consiguiente, los Estados Miembros.
- Ratificación del Convenio de Lugano de 2007, del que forman parte la UE, Suiza, Islandia y Noruega. Primo hermano del Reglamento UE 1215/2012, según el cual, a día de hoy, son válidas estas cláusulas de jurisdicción a Londres.
El Convenio de la Haya de 2005 no es una opción para los contratos de transporte marítimo, ya que no se aplica al transporte de mercancías y pasajeros.
Mientras que, para ser parte del Convenio de Lugano y que las cláusulas de jurisdicción a Londres sigan teniendo vigencia cuando sean examinadas por Tribunales europeos, el Reino Unido necesitará la aceptación unánime de los países de la Unión. Ardua tarea, tal y como están las cosas.
El tiempo dirá.